Más de cuatro siglos han transcurrido que fuiste esculpido. Y como fecha conmemorativa de Consagración, desde hace cincuenta años sales en procesión cada Quinto Domingo de Cuaresma a impartir Tú bendición a este pueblo de Mazatenango que te venera y cree en ti. Entre el aroma a corozo e incienso y acompañado del tun y la chirimía retrocedemos el tiempo y recordamos aquel lejano Miércoles Santo, veinticinco de marzo de mil novecientos sesenta y cuatro, cuando Monseñor Angélico Melotto (V) te consagró, mojando Tú cuerpo con agua bendita que nos recuerda la herida  en Tú costado y ungiendo con el Santo Crisma Tú cabeza, pecho, manos y pies que reflejan la pasión y son signo de nuestra salvación.

Tú cuerpo flagelado y cansado por el peso de la cruz nos invita a seguirte y al ver Tú mirada nos recuerdas el gran amor e infinita misericordia de DIOS Padre entregando a su hijo para la redención del mundo.

Nazareno de las Misericordias, doscientos cuarentiún años esperándonos y recibiéndonos en esta parroquia, que aunque no fue Tú primer morada, porque viniste de aquel primer partido religioso en la comarca como era la iglesia de Santiago Zambo hoy San Francisco Zapotitlán, Suchitepéquez; la cual fue destruida por el terremoto del día de Santa Marta del año de 1,773 originando Tú traslado a lo que hoy es Catedral San Bartolomé, donde quisiste quedarte para escuchar nuestras oraciones e interceder a DIOS Padre Omnipotente por todos nosotros.

Gracias Jesús Nazareno de las Misericordias por ser la luz que ilumina el camino de nuestras familias, trabajo y estudio, por la alegría de alcanzar un sueño, los momentos de angustia y tristeza, los recuerdos guardados en nuestro corazón y todo aquello que ha sido borrado con el polvo del olvido pero que nos llevó hacia ti.

Hoy Jesús Misericordioso te pido por los presos, para que detrás de esa celda Tú rostro sea esperanza de libertad, por los enfermos y ancianos, para que en la soledad de una cama de un asilo u hospital tus manos sean alivio a sus enfermedades y la fuerza divina que sostiene sus vidas, te pido también por los mendigos para que sustentes sus pasos en tus caminos para que sus pies no resbalen, por el papa, obispos, presbíteros, diáconos, religiosas y laicos comprometidos para que a ejemplo tuyo de Jesús el buen pastor Tú corazón sea símbolo de santidad en ellos y especialmente te pido por quienes ya duermen el sueño de la vida eterna, que Tú alma guarde su descanso.

Jesús Nazareno de las Misericordias, aquí estamos tus cucuruchos expresándote la devoción que sentimos por ti al vestirnos con nuestra túnica morada penitente; un día nos llamaste a que camináramos a Tú lado, a sentir el peso del madero en nuestros hombros, a arrodillarnos antes de recibir nuestro turno para elevar una plegaria al cielo, donde por algunos segundos cada quien te expresa lo que guarda en su corazón, pero al final todos coincidimos en pedirte perdón por nuestros pecados y ofrecerte lo que tenemos o buscamos y aunque el tiempo ha pasado cada año esperamos seguir con esta manifestación de Fe que vive Tú Iglesia, concédenos Señor que cuando nos llames a Tú presencia lo hagamos confiando que vamos a Tú encuentro celestial.

Jesús Nazareno de las Misericordias, en el momento que las andas sean levantadas e inicie este cortejo procesional de conmemoración de tus cincuenta años de Consagración, bendice nuestras vidas, acoge nuestras plegarias y agradecimientos, llénanos de Tú Espíritu Santo, Tú que estas sentado a la diestra de DIOS Padre te pido que apartes de nuestro lado la copa del cáliz amargo que contiene tristeza, dolor, soledad, pecado, fracaso, miedo y muchas más,  pero que no se cumpla nuestra voluntad, si no la de nuestro Padre Eterno y entonces con toda confianza expresar la oración que Tú nos enseñaste: Padre que estas en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe y no nos dejes caer en tentación. Amén

Escrito por:  Ing. José Edgardo Negro Sánchez

 

UNA PÁGINA PARA EL RECUERDO…

 

 

Y llegó el gran día, Quinto domingo de Cuaresma del año 2014, todo está listo para conmemorar los Cincuenta años de Consagración de la Imagen de Jesús Nazareno de las Misericordias que se venera en Catedral San Bartolomé.

Desde primeras horas de la mañana el pueblo Católico de Mazatenango y de sus alrededores se reunió en las calles con la alegría de este aniversario tan esperado; los coordinadores de sectores, pastorales y familias mazatecas iniciaban con la elaboración de las tradicionales y coloridas alfombras que nos recuerdan que por allí pasará un Rey.

A las 10:00 horas Monseñor Pablo Vizcaíno Prado, Obispo de la Diócesis de Suchitepéquez-Retalhuleu, en compañía de los Sacerdotes Miguel Ángel Sánchez, Ángel Ojuel Azores y David Pablo Elías, celebraba la Misa en acción de gracias a Dios nuestro Señor por el Quincuagésimo aniversario de Consagración de la Imagen de Jesús Nazareno de las Misericordias, quien ese día estrenaba una túnica blanca con finos bordados de hilos de oro y una cabellera natural; al cual posterior a incensariar y esparcir agua bendita sobre la nueva andarilla procesional en la que se encontraba la Consagrada Imagen, realizaba una plegaria al creador del universo, previo a dar la bendición con la que terminaba la Santa Misa de ese día.

Por un momento todo volvió a la calma, las personas se retiraron a sus hogares a descansar para acompañar horas más tarde el Cortejo Procesional; mientras que en la sede de la hermandad (Iglesia el Calvario) comenzaban a llegar las primeras hermandades invitadas y los integrantes de la banda de música sacra iniciaban con la afinación de los instrumentos musicales.

Posterior a la entrega de los turnos y haber conformado las filas de cucuruchos y devotas cargadoras, iniciábamos el camino nuevamente hacia Catedral San Bartolomé, lugar de donde saldría el Cortejo Procesional.

Y a las 14:30 horas nuestro director espiritual Padre Miguel Ángel Sánchez, acompañado del actual presidente de la Hermandad el señor Leonel Barrios Argueta y Sacerdotes invitados de la Diócesis, le pedía al Turno de honor conformado por Setenta cargadores de esta hermandad, levantar las andas y tras el toque del silencio y de la marcha fúnebre Símbolo de la Hermandad, iniciaba el recorrido procesional por las principales calles y avenidas de Mazatenango.

Ya en el atrio de Catedral esperaba el Padre Neil Contreras para realizar la oración inicial y agradecer a nuestro Señor todas sus bendiciones. El cortejo procesional siguió según lo planificado; a su paso por el parque central de Mazatenango las andas se detuvieron para brindarles un reconocimiento a aquellas personas que cada año voluntariamente colaboran con la hermandad.

 

Al llegar a la actual sede de la Hermandad de las C.I de Jesús Nazareno de las Misericordias, Señor Sepultado de la Paz y Santísima Virgen de Dolores, nuevamente las andas se detuvieron, para escuchar la oración ofrecida por el Padre David Pablo Elías y entonar cánticos preparados por los hermanos del Sector 2 de la parroquia San Bartolomé.

Las horas transcurrían y el sol empezaba a ocultarse, mientras en el Hospital Nacional de Mazatenango, aguardaban la llegada del cortejo procesional el cual fue recibido con la siguiente frase: ¡Aplausos para Jesús Nazareno de la Misericordias que está cumpliendo Cincuenta años de Consagración!, después de orar por los enfermos y personal de este centro asistencial, el cortejo procesional continúo con su recorrido hasta llegar nuevamente al parque central de Mazatenango, donde algunas hermandades invitadas ya se habían retirado con la promesa de volver el otro año.

La oscuridad de la noche ya prevalecía y se hacía acompañar por la luna veraniega del mes de abril, hasta que fueron encendidas las velas por el pueblo católico reunido en este lugar. La andarilla procesional que porta a la Consagrada Imagen avanza lentamente entre el aroma a incienso y acompañada del cántico El Perdón entonado por todos los allí presentes.

¡Y se da el último cambio de turno!, inicia el ingreso del cortejo procesional a Catedral San Bartolomé, en el atrio se escucha la granadera y en el interior del templo nuevamente la marcha fúnebre Símbolo de la Hermandad; las andas descienden hasta el suelo, el Padre Ángel Ojuel nos da la bendición, mientras la C.I de Jesús Nazareno de las Misericordias es trasladada y resguardada en su camarín.

 

Antes de terminar la redacción de esta página, le agradecemos a todos los colaboradores que generosamente donaron su tiempo u ofrenda de cualquier tipo para conmemorar estos Cincuenta años de Consagración de Jesús Nazareno de las Misericordias; Y no nos podemos olvidar de quienes iniciaron con este sueño hace ya Cincuenta y un años.

 

Escrito por:  Ing. José Edgardo Negro Sánchez